Lavado de activos y financiamiento del terrorismo
Constituye un mecanismo mediante el cual una persona o una organización integra al sistema económico y financiero formal las ganancias obtenidas ilícitamente, buscando ocultar, disimular y/o encubrir su origen. Este proceso se encuentra conformado por tres etapas: colocación, decantación e integración.
El Lavado de Activos constituye una amenaza constante para el normal desarrollo de la actividad económica y de las instituciones públicas y privadas del país, generando efectos nocivos en el mercado económico internacional.
La Financiación del Terrorismo, por su parte, persigue proveer de bienes o dinero, ya sea que provengan de una fuente de origen lícito o ilícito, para financiar la ejecución de actividades terroristas. Se trata de cualquier acción o asistencia de tipo económico que proporcione los medios necesarios a las actividades terroristas.
Si bien el financiamiento del terrorismo puede íntimamente ligarse con el lavado de dinero, la diferencia estriba en comprender que mientras este último persigue el origen de los fondos, en el financiamiento del terrorismo el énfasis debe estar puesto en su destino final.